OSMOTISADOR Y CONCENTRADOR DE ÓSMOSIS

Una membrana es una barrera selectiva, de unos centenares de nanómetros a unos milímetros de espesor, que, bajo el efecto de una fuerza de transferencia, permite o impide el paso de determinados componentes entre dos medios que separa. Se utilizan para separar y/o concentrar partículas, moléculas, microorganismos o especies iónicas en solución en un líquido. La ventaja de estos procesos reside en su funcionamiento en frío y su bajo consumo energético y químico. 

Existen 4 procesos de membrana de gradiente de presión : microfiltración, ultrafiltración, nanofiltración y ósmosis inversa. Se diferencian por el tamaño y el tipo de especies que pueden separar : 
 

• La microfiltración y la ultrafiltración eliminan completamente los sólidos en suspensión hasta un nivel de corte de 0,01µ. Se utilizan principalmente para la clarificación de aguas superficiales o el reciclado de efluentes. 
• La nanofiltración es un proceso intermedio entre la ultrafiltración y la ósmosis inversa, utilizado para eliminar los iones divalentes, con un umbral de corte de 0,001µ. Esta tecnología se utiliza para el ablandamiento, la desalinización parcial de aguas salobres y la producción de agua potable. 
• La ósmosis inversa es la tecnología de membranas más eficaz. Es capaz de eliminar toda la materia disuelta. Se utiliza principalmente para la desalinización del agua de mar y la producción de agua de proceso desmineralizada. La unidad de ósmosis también se utiliza para alimentar calderas de vapor y torres de refrigeración con el fin de reducir el consumo de energía, agua y productos de tratamiento. La unidad de ósmosis puede ser de paso simple o doble, en función de la calidad del agua requerida.
• El concentrador puede utilizarse para reciclar los rechazos de una unidad de ósmosis, aumentando la eficacia global de la instalación hasta un 90% en determinadas condiciones.

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